Métodos de Extracción
Los egipcios fueron los primeros en destilar plantas con la intención de extraer sus aceites esenciales. Desde entonces, los métodos de extracción de aceites esenciales se han diversificado y han sido perfeccionados. Los aceites esenciales provienen de las diferentes partes de la planta: pétalos, raíces, tallo, ramas, semillas, savia, hojas o la propia piel. Dependiendo del tipo de planta en cuestión, los aceites se concentran en un lugar distinto, por lo que el método de extracción ideal también varía en función de la planta. Los aceites esenciales se caracterizan por ser extremamente volátiles, insolubles en el agua y porque se evaporaran muy rápidamente después de ser expuestos al aire. En consecuencia, puede ser complicado extraer los aceites esenciales antes de que se evaporen. Son varios los métodos de extracción existentes. Los industriales son bastante sofisticados, sin embargo, existen diversos métodos de extracción caseros que le permitirán obtener sus propias esencias.
Destilación: es, sin duda, el proceso de extracción más fácil y barato, utilizado por las más prestigiosas marcas de perfume y de extracción de aceites esenciales. Convierte los aceites esenciales en vapor (vea Destilación a Vapor) y después vuelve a condensarlos. Con un alambique o una alquitara podrá producir sus aceites esenciales preferidos, que impregnarán su mente y su cuerpo de aromas y energía positiva. Para ello puede utilizar cualquiera de las unidades de destilación que se presentan a continuación:
- Utensilios de Destilación
- Alquitara Tradicional Soldada
- Alambiques de Cobre con Columna Rotativa
- (vea también nuestra sugerencia que explica, paso a paso, cómo destilar aceite esencial de lavanda)
- Alambique de Cobre Uniones Soldadas
- Alambique Tradicional Remachado
- 1982 Arrastre de Vapor Portugués
Expresión a frío: se trata de un método muy utilizado para la extracción de cítricos como el limón, la naranja, la bergamota, la mandarina o la lima. Este método de extracción presenta la ventaja de no someter los aceites esenciales a temperaturas elevadas. Sin embargo, estos entran en contacto con el agua, por lo que se dispersan importantes componentes hidrosolubles. En casa, para simular este método basta con pelar los frutos y guardar la parte externa de la cáscara, donde se acumulan las esencias. Posteriormente, corte las cáscaras en pedazos y colóquelas en un paño de lino o algodón. Después, sobre un tablero, tritúrelas tanto como sea posible. Por último, al escurrir el paño meta el líquido resultante en un frasco pequeño que deberá cerrarse herméticamente y de forma rápida para evitar la evaporación de los aceites esenciales. Extracción con solventes: en este método se utilizan solventes para extraer aceites esenciales, especialmente en materias orgánicas. La extracción con solventes comprende los siguientes métodos.
Maceración: Para extraer sus propias esencias en casa, utilizando este método, necesita macerar en un aceite sus flores preferidas (jazmín, rosas, madreselva…) hasta que éste quede totalmente impregnado con el aroma de las flores y debe escoger un aceite conductor. Una forma muy simple de hacerlo consiste en colocar en un recipiente de cobre 1 parte de pétalos de flores y 2 partes de un aceite (de almendra o de girasol). Posteriormente, se calienta esta infusión a fuego lento durante 3 horas. Finalmente, se filtran las flores exprimiéndolas enérgicamente y se reserva la solución resultante en un sitio fresco, apartado del sol.
Enfleurage: método tradicionalmente utilizado para extraer aceite esencial de flores delicadas como el jazmín y la rosa, que consiste en colocar camadas de pétalos sobre un cristal, cubiertas con un aceite esencial tibio y con mucha grasa (antiguamente se utilizaba tocino o cera). Después, los cristales donde se encuentran las rosas se ponen unos encima de otros. Tras algunas semanas, las flores empiezan a deteriorarse, por lo que se substituyen por flores frescas. La grasa que recubre las flores y que absorbe sus esencias se lava con alcohol para quitar las esencias absorbidas. Sin embargo, el alcohol se evapora y origina, de este modo, aceites esenciales muy concentrados conocidos como absolutos. Este es un método muy eficaz y de elevados costes, pero que es bastante utilizado por los productores de perfumes.
Extracción con dióxido de carbono: se trata de un método reciente, que utiliza temperaturas relativamente más bajas a las de la destilación, lo que lo hace menos agresivo para las plantas. Consiste en colocar las plantas en un tanque de acero inoxidable, al que posteriormente se le introduce dióxido de carbono para aumentar la presión. Cuando el dióxido de carbono se somete a altas presiones, se licua, actuando como un solvente que permite extraer los aceites esenciales de las plantas. Después, la presión disminuye y el dióxido de carbono vuelve al estado gaseoso sin dejar ningún tipo de señal.