Reglas Básicas de la Destilación
La destilación es usada para numerosas aplicaciones, incluyendo la destilación de aceites esenciales y espirituosos. Nuestros alambiques de cobre son perfectamente adecuados para estas aplicaciones, sin embargo deben ser tomadas precauciones para evitar lesiones como resultado de negligencia o acumular los malos resultados.
La destilación es una ciencia química básica que envuelve la separación de una sustancia química, en sus diferentes componentes basado en la diferencia del punto de ebullición de cada fracción. Esto es hecho por calentar una mezcla en un pote de alambique, así las fracciones que constituyen la mezcla, empiezan a evaporar, estos son conducidos por un brazo de conexión o cuello de cisne, al condensador ahonde ellos son enfriados y revertidos a su estado líquido .
El alcohol etanol evapora a 78,3ºC y 100ºC. los componentes más volátiles o las fracciones con un bajo punto de ebullición tienen tendencia a evaporar primero de modo que los vapores resultantes serán más enriquecidos con esos componentes con un bajo punto de ebullición.
Un producto fermentado, puede ser compuesto de etanol, otros alcoholes altos así como el metanol y también acetona, varios esteres, agua y furfuroles. Los componentes más volátiles como la acetona, metanol y los varios esteres son indeseables; el metanol por ejemplo quedó conocido por causar ceguera. Echar fuera la primera porción del destilado, es una práctica común. Así de esta manera nos libramos del metanol. Normalmente se separan los primeros 50 ml por cada 25 litros de destilado, caso se utilice un alambique con columna de reflujo o 100 ml por cada 20 litros de destilado, caso se utilice un alambique tradicional para destilar.
El resultado de cualquier destilación es dividida en tres partes separadas por la siguiente orden: cabezas, corazones y rabos.
La mejor y la más deseada parte de la destilación es obtenida a partir de los corazones. Los puntos de corte tienen de ser estipulados entre las cabezas, corazones y rabos. El arte de destilar reside en saber cuando empieza a recoger los corazones y cuando parar. Destiladores con experiencia utilizan sus sentidos para determinar los puntos de corte. Verifican el sabor y el olor de las cabezas, y normalmente tienen un gusto apurado y un olor desagradable. Las partes del corazón (el Etanol), debe ser totalmente transparente y sin olor. Los rabos contienen una grande cantidad de fracciones con elevados puntos de ebullición, así como varios alcoholes y furfuroles. Esta mezcla puede estropear el sabor del espirito si la recoja es continuada durante mucho tiempo. Los puntos de cortes para los rabos pueden ser identificados por el sabor, olor y color blanco del destilado. Para saber diferenciarlos mejor puede recoger unas gotas de con una cuchara de vez en cuando y verificar el sabor y apariencia. Los rabos son normalmente guardados para incluir en el próximo grupo. Los puntos de corte pueden ser establecidos con base en la temperatura (vea nuestro termómetro de latón) o utilizando un alcoholímetro.
Las lecturas de la temperatura pueden no determinar el punto de corte con la mejor exactitud, de cualquier forma, pueden ayudar en la determinación del final de una destilación completa. Por ejemplo cuando la temperatura del vapor alcanza los 98ºC, la mayor parte del alcohol ya fue destilada y se vuelve desnecesario continuar el proceso de destilación. El porcentaje en el cual hacemos el corte, depende del perfil del sabor que el destilador quiera obtener, y el género del producto destilado. Como norma para la fruta fermentada, el punto de corte para los rabos debe ser de 25% de alcohol y para fermentados a base de cereales, 18 %. Esto no es una norma a seguir, el destilador tiene que ajustar estos valores para obtener el perfil deseado. En la gran parte son efectuadas dos destilaciones para purificar los resultados de la destilación y elevar el porcentaje de alcohol. Una segunda destilación también puede ser hecha a partir de 60%. Para cereales el punto de corte deberá ser establecido en los 58% o más.